Noticia_ Sr Segovia

Nuevos métodos de “castigo” mediante los que sacar provecho y voluntarios a tareas sociales.

Podríamos considerar un nuevo método de “castigo” el de, Amparo Bono, jefa de estudios del instituto Navarrés (Valencia), mediante el que los alumnos expulsados de entre doce y quince años que no hacen los deberes y presentan una destacada falta  de motivación, son penalizados con la realización de trabajos sociales.

Algunas de estas tareas pueden tratarse de la realización de las camas de una residencia de ancianos, colaborar con las brigadas forestales recogiendo hierba del campo, limpiar pistas deportivas…

Como ha podido dar a entender Bono con su declaración a la EFE, dada la falta de empeño y motivación que algunos alumnos presentan, mediante este proyecto se busca que estos hagan otro trabajo fuera del horario lectivo para no malgastar horas de clase.

Desde que este programa se puso en marcha en noviembre, ya son ocho alumnos los que de momento, en coordinación con sus padres y los servicios sociales del municipio, han participado en diversas labores ya nombradas anteriormente.

Según los argumentos de Amparo Bono, “hacer una jornada laboral les molesta más que la expulsión”. No obstante, también explica que alguno de los alumnos “han mostrado una buena evolución”, mientras que por otro lado, otros han reincidido en su mala conducta en el centro.

De cara a la evaluación de esta experiencia, no ha sido posible dado que es “todavía muy joven", como indica la entrevistada, al igual que destaca que “el trabajo que realizan depende de la edad y comportamiento del alumno”.

Además, este proyecto está a su vez incluido en el plan de choque contra el fracaso, como ha explicado a EFE, la directora general de Orientación, Innovación y Política Lingüística de la Generalitat, Beatriz Gascó, enmarcándolo dentro del nuevo contrato familia-tutor.

Finalmente, ambas entrevistadas han llegado a un mismo punto de vista dado que, a lo largo de su entrevista, Beatriz Gascó incluyó: “según el tipo de falta y la conducta del joven, el trabajo será diferente porque no es lo mismo ayudar en una residencia de la tercera edad, que puede ser una tarea gratificante, que quitar pegatinas o pintadas de las paredes”.