Precedente mente, realizamos un trabajo partiendo de cuatro videos musicales en los que temas como el amor, la felicidad, la tristeza... eran primordiales.
Por ello, he decidido contar esta historia que procede con el fin de destacar la tristeza que la trama me causó.
Haran aproximadamente cinco años, cuando yo tan solo tenía diez años, mis padres, a quienes les encanta viajar, decidieron realizar un viaje a Marruecos, donde una cultura diferente a la mía predomina sobre la sociedad.
No obstante, este último aspecto no causaba ningún problema ya que la diversidad cultural es hoy en día teóricamente acceptada en el mundo entero.
El "problema", por así llamarlo, llegó cuando la imagen de la ciudad de Maracheix y sus habitantes creó en mi una gran desconfianza y miedo por aquello que podría pasarme.
Así mismo, me quedaban cinco días por delante por lo que todos aquellos sentimientos que sentía deberian desaparecer.
Pasaban los días y mi visión de la ciudad iba mejorando poco a poco, aunque aún tenía la necesidad de ir cogida de la mano de mi padre por la calle. Hasta que nos metimos en aquella calle paralela a la principal...
Allí encontramos dos niños, menores que yo, de unos seis años el mayor y tres o cuatro el pequeño. Ambos estaban tumbados uno encima de otro. Podíamos ver sus costillas; sus caras expresaban dolor y sufrimiento. Lo único que pedían era un poco de caridad.
Estaba en ese momento presenciando un momento inolvidable.
Mi corazón se vió afectado de tal manera que heché a llorar como si fuese yo la que se encontraba tirada en las calles de aquella sucia ciudad en la que la pobreza haíia de mi una victima del miedo y la tristeza.
No obstante, esa experiencia me hizo madurar mental y moralmente ya que no fue la única situación incomoda y desagradable que viví en aquel inolvidable viaje.
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